En el núcleo de cada sistema de fabricación de nieve, la estación de bombeo tiene que funcionar siempre y sin importar las condiciones exteriores. De cualquier modo, el suministro de agua debe estar garantizado.
Para un metro cúbico de nieve artificial, se requieren hasta 0,5 metros cúbicos de agua. En función de la estación y las condiciones meteorológicas, a menudo el agua tomada de las balsas de captación está llena de hojas, agujas de abetos y alerces, arena y basura flotante. Esto hace que la tarea de filtración resulte sumamente complicada.
El líder mundial en sistemas de fabricación de nieve confía exclusivamente en los filtros BOLLFILTER. En su estación de bombeo, nuestros filtros automáticos BOLLFILTER son uno de los componentes más importantes en la fabricación de nieve, ya que son los primeros en asegurar el funcionamiento ininterrumpido de las bombas de alta presión, los sistemas de esterilización UV y los cañones de nieve.
Estos elementos están situados lejos de la estación de bombeo, en las pistas de esquí, que reciben un suministro de agua limpia, ya filtrada y a alta presión mediante un sistema de pozos, tuberías y bocas de riego que abarca kilómetros. La nieve se genera en máquinas de fabricación de nieve con un ventilador (los llamados cañones de nieve) o en lanzas de nieve.
Además,los filtros BOLLFILTER protegen del bloqueo las toberas del cañón de nieve y el área del cabezal de las lanzas de nieve. Las toberas de las lanzas de nieve y los cañones con ventilador pueden bloquearse muy rápidamente si no se mantiene el nivel de pureza del agua. Los filtros BOLLFILTER aseguran así con fiabilidad todo el proceso de producción de nieve, desde la extracción del agua desde la balsa de captación, a la fabricación de la nieve en sí, ya en la pista de esquí.